Este hotel (& restaurante) está ubicado a un par de cuadras del parque central de Santa Elena. Aquí se alojan los pilotos que quieren estar en la ciudad, pero en un lugar con un gran jardín y varias piscinas. Tiene una ubicación conveniente y una buena relación calidad-precio. Alquilan cabañas con duchas de agua caliente (nunca es algo seguro en Colombia), con hamacas, en un jardín impresionante con enormes árboles de mango, un estanque, sala de juegos. Es tan hermoso que también sirve como lugar de celebración de bodas, lo que puede ser un poco ruidoso. Sin embargo, las muchas y maravillosas piscinas lo compensan. El desayuno puede estar incluido, pero es bastante básico. Pilar (algo de inglés) y Carolina (solo en español) son excelentes anfitrionas y muy acogedoras.